Tuesday, October 24, 2006

Avatar

(Amapola, Alphonse Mucha)


Como suelen ser las cosas
largas como un lamento
largas como una sonrisa
interminables a ratos
como es la poesía
como ha querido ser la de éstas páginas
como suelen ser los sueños de opio
visiones aéreas y arrebatadoras
más extrañamente divinas
que todas las fantasías...

El sueño de opio
de una musa inventada
en los versos de mil poetas igualmente inventados,
en las alas de un ave,
en los trazos de Mucha,
un sueño que
al fin y al cabo
no es otra cosa
más que un pequeño trozo de muerte
Un sueño de opio
del cual no sé si algún día
volveré a despertar...


Hasta pronto amigos
Mi beso de Opio
Amapola

Tuesday, October 17, 2006

Quid pro Quo

("Nuestra imagen actual", 1942 David Alfaro Siqueiros)

Quiero darte, quiero darte recibiendo y pedir todo de ti,
pedirte el tiempo entero encendido en tus soles,
el estruendo de tus pasiones subterráneas,
pedirte tanto como tanto he de darte
si he de regalarte la incontenible furia de mis cantos
Quiero de ti ese acorde de amante furibundo en el trato con mis alas.

Te daré mis intuiciones alocadas,
de esas que surgen cuando te bebo las letras
cada vez que dejo escapar la lucidez a chorros
para exigir de ti esa analgesia de versos desplegada en tus lienzos
donde convergen todas las causas y los efectos
y puedo verte a distancia con el catalejo de mis asombros.

Te regalaré mis cadenas perpetuas,
mis nebulosas de cantos remotos,
la flama de cada una de mis hogueras
que para seguir existiendo deben elevarse y danzar
y quiero de ti cada gota que te perla la frente
en el fragor de tus jornadas disolviendo el tiempo
y remolcando ansiedades.

Yo te daré el rumor de mis oleajes,
tú esa disciplina de poeta sin tiempo,
te daré la brisa de mi noche bordando cada uno
de mis instantes luminosos de divina inspiración
y tú el aroma amargo de esa ginebra al romper la noche,
yo te daré la anestesia de esta danza triste y secreta
y tú el placer de perdonarlo todo.

Y como he de dartelo todo
hasta consumir mis días en esta liturgia de hábitos
es que no renunciaré a tu entrega ardiente y cotidiana
que camina en los márgenes de todos los delirios
Donde te condenaré a darme todos los sueños del mundo
Y yo te regalaré el mejor vuelo con la propulsión de la poesía
de mi opio Interminable de versos.

Tuesday, October 10, 2006

Detalles

(El Pintor y su Musa, Mercedes Vandendorpe)

De que te preocupas mi flaco,
no sabes acaso que de mis dedos han brotado para ti
mis letras más bellas.
Que de tanto dar tumbos he sucumbido al fin solo a tu abrazo
tan solo a tu tiempo, tan solo a tus besos.
De qué te preocupas cuando el viento que azota
nos embiste al mismo tiempo y ya ves,
seguimos en pie...

No me dejes triste en medio de este Octubre
que se inclina tímido a la primavera,
ya sabes, un día de estos cerraré esta caja de Pandora
y tras los versos despojados no quedará mas que tu rostro y el mío
fragmentados de recuerdos e inflados de versos...
Nos perderemos un rato por nuestras calles
para seguir hilando entre conjuros esta historia desatada,
este trovar de ímpetus voraces en que nos hemos convertido.

No estés triste mi sol
ni te sientas vacío, ya ves,
cualquier día puedo escribir para ti con la intensidad de siempre.
Es cierto que hoy la vida pesa un poco más que de costumbre
que anhelas tanto un cuerpo tibio
como anhelo yo esas musas que declamo
y que me son a tramos, tan esquivas.

Ya sabes que aún no me convenzo mucho
de tu música invasora recorriendo mis sentidos
que me descoloca ese cariño que prodigas
y que tan pocas veces he sentido...
Ven que te beso acurrucado en mi regazo
que te canto sin tiempo el canto
de este hábito que me corrompe.
Y emergiendo violenta desde mi ciudad hasta la tuya
te he de decir ya sin miedos
que no hay más besos
que los que yo te guardo.

Tuesday, October 03, 2006

Fata Morgana

(Fata Morgana, Zdenek Kopac)


Te evoqué en el letargo de mi entresueño ardiente el día en que el viento me devolvió tu imagen regalada y trashumante entre destellos de luz sobre mil piedras calcinantes.
Te vi aún sin creerlo, a lo lejos, espejeando entre los arenales de mi nostalgia como el engaño perfecto del mejor de mis abismos.

He podido verte en el trovar de tus musas, soñando entre mis imágenes brumosas, ardiendo entre los espejismos de mi memoria y buscando entre arpegios de cigarras el millar de coplas que me has prometido.
Ya estaba todo escrito cuando te divisé entre la niebla de éstas arenas para no seguir ninguna ilusión que no fuera tu tempestad, buscando la salida entre las calles de espejos con el ánimo a todo viento mientras se deshacía ante mis ojos el silencio líquido de la tarde en el desierto.

Te evoqué hasta hallarte en la plenitud inmaculada de éste silencio universal, en éstas sensaciones peregrinas de saberme entre ilusiones, donde el verso es la consigna de tus manos y las mías, donde tus besos no son más que la sensación hipnótica que me da de beber sin sentir que puedo ser la imagen de llaga mortal que me invitas a ser.

Te he visto y lo sabes y lo sientes cuando no son más que tus manos las que han de refrescar mi piel partida de sol mientras el viento no me mueve, mientras se detiene el tiempo en la inmensidad del desierto y me secas piadoso estas lágrimas secas sin que quede vestigio de ninguna memoria.
Y si es ésto falso o cierto, si no es más que la fata morgana de mis deseos, habrá de descifrarse más temprano que tarde entre los médanos ardientes y los mil senderos tortuosos de mis letras y las tuyas, aunque esté demás decirte marinero en tierra, que yo al menos... puedo verte.