Tuesday, February 21, 2006

Parábola Celeste


Un sonido musical sale de la profunda agua clara,
la noche en que no se durmió la tumbadora celeste en cuyo espectro de suave brisa viajaba por entre nubes de algodón la musa,
como en la pascua que se agitó con su memoria milenaria,
explotando en cargas de napalm a solas con su ave fantástica que despide colores que no limitan con la rosa cromática sino que traspasan las barreras de lo natural, salen por los poros de la tierra y se incrustan despiadados como diamantes finos en los celestes astros.
La nación humana se hace pequeña ante la infinita línea cósmica, hacia donde marchan los héroes que escribieron versos sin usar la palabra, sólo tocándose, sí, tocándose y dejando una sonrisa en cada luna, miles de manos y miles de rostros que no sienten frío ni hambre como nosotros, los sudacas, que se confunden entre las algas del pacífico sur.
Y la vida sigue,
aunque por caminos diferentes señalados por una vida misteriosamente pura.
La música se detiene, y creo estar allí recostada en esa ventana tras la parábola celeste con calle tres, número cuarenta y seis y te veo, y siento tu respiración como dos silencios que se cruzan en la tranquilidad de un sueño posible.
Entonces, desde el silencio de su alma siento que alguien se acerca y descubre la intimidad, es una gota de lluvia que lava mis heridas, me sana, me entrega alivio.
¿Serán acaso las danzarinas de Chiloé que saben de mi amor escondido?
Me acerco un poco más a la ventana y allí está ese lucero azul que me enciende el alma como aquellos peces de profundas aguas y pierdo la cabeza y entonces dibujo tu rostro con lápices de colores para pintar gitanos y cojo un puñado de tierra entumecida para ver si es cierto que las montañas usan vestidos..
Así, quedo con la mirada de la musa que no fui suspendida en la parábola celeste...
Se quedó sentada entonces en cualquier banco distraído de una plaza cualquiera, tal vez sobre el escaño de alguna olvidad estación de trenes mientras el ferrocarril se pierde en el horizonte hasta dibujar un punto celeste confundiéndose con el firmamento.

Tuesday, February 14, 2006

Perfecto


Y así,
en lo sencillo y cotidiano te reconozco perfecto
en la imagen de un soñado bien que se teje insondable
perfecto en el desvarío con que se hilvanan mis noches
en la retórica del llanto
en el perfume de tu aliento
completo y perfecto
sublime y exacto
irrepetible e incambiable
como el poder de los vientos.

Y abandonandome en tus brazos
en el abrazo presagiado de nuestra muerte conjurada
habitando un solo instante
en el arrullo narcótico de tu presente perfecto
devorando mil tiempos
para sentirte perfecto
y olvidando las historias que tejieron desconsuelos
verte morir, perfecto,
de la misma muerte que yo muero.

Friday, February 10, 2006

Ensayo


Se me ha caído la repisa
y mis sueños de cristal se han vuelto a caer
se traga el polvo para ser parte de tí
Subí yo las velas cuando no había viento,
luché contra el oleaje en tiempos de calma
llegó la tormenta y ya estaba cansada
No soy la que camina sobre el agua
ni la que con números peleaba
soy solo yo y sola.
Desbordó mi interior con su existencia
yo no llené nada, no quiso mostrarse
ni abrirse
ni dar paso a mi caudal
Su presencia era furia y serenidd
mi temor y mi alegría.

(1987)

Tuesday, February 07, 2006

Secreto


De mantenerte en secreto
donde las paredes no puedan alcanzarme
ni aún tus cielos
donde pueda caminar dormida
entre miles de sueño antes soñados
entre cientos de imágenes que te mantienen vivo.
Así donde te sueño e ideo la imagen de mi propio desatino,
donde me consumo inquietante
ante la adivinación atroz de no tenerte nunca.
Así, en secreto
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No sé que más decirte
No sé como hablarte ni encontrarte
aunque en cada muro que miro tú estás,
en cada cielo que veo, en cada rincón, en cada instante.
No sé que más decirte, no sé como hablarte
No sé en que idioma encontrarte
Porque los he usado todos,
todos los idiomas conocidos,
todas las formas descritas,
todos los instantes recorridos
“Usted no se rinde...” me dijiste un día.
Pero te equivocas, tal vez un día si me rinda,
Un día en que el cansancio al fin me doblegue,
en que tal vez sea el silencio el único idioma no intentado
y quien sabe...
tal vez ese y no otro sea el idioma perfecto.
Hoy no quise ponerme poética, ni lúgubre siquiera
Ni he buscado formas ni momentos para llegar a ti,
estoy cansada,
hoy me quedo en este rincón este rato pensando
en que si ella hubiese sido yo...
yo no te habría dejado de amar jamás.
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Pero ya no más sabes...ya no
me cuesta odiar y eso de dulce que tanta gente me dice es muy cierto.
Quisiera odiarte con toda mi alma
quisiera que desaparecieras
no verte
no escucharte
ni seguirte sintiendo más nunca en ningún lugar ni en ninguna parte.
No es fácil
pero lo he hecho y lo haré.
No te odio ni te odiaré nunca
aunque debiera.
Nunca entendiste que solo quería escribir
que lo único que siempre quise fue compartir esto que tú y yo hacíamos tan bien.
Y digo hacíamos porque tú ya no escribes bien
al menos a mi ya no me gusta
ni me acelera
ni me produce nada de aquello por lo que pude sentirme atada a ti.
Y es mejor, tanto mejor, sabes.
Porque eres tan estúpido,
tanto que casi no puedo entender como no lo vi antes,
porque eres de ese tipo de hombres que cree que una mujer solo les puede buscar porque se hayan carentes de algo, para suplir necesidades y eso mi amigo...eso es ser estúpido.
Yo al menos, siendo todo lo feliz que sabes que soy nunca perseguí ni siquiera un beso tuyo
nunca me interesó,
lo mio era más trascendente y profundo
hablaba de brillar
hablaba de compartir,
más allá del sexo y la carne (tan básico)
y que al fin...aunque estés convencido de lo contrario, te digo,
con lo que tengo me basta para ser feliz.
Pero no te odio porque no sé hacerlo,
te tengo como penita...nada más.
Este Opio interminable comenzó para ti y lo sabes, como u interminable canto de amor
(literariamente hablando, espero que lo entiendas algún día, aunque no creo)
este opio que no terminaba eras tú unicamente
tú mi día, tú mi mañana, tú mi noche
interminable y adictiva.
Y hoy respiro contenta...este opio interminable ya no eres tú
es la poesía, mi poesía,
la que ya no tiene nada que ver contigo
ya no eres tú...y nunca más lo serás...y eso me causa una enorme alegría.
Porque creo que al fin este arquero se ha convertido en uno de los mejores.
Nunca jamás nadie me había tratado tan mal y de forma tan injusta
pero te lo perdono pájaro,
te lo perdono
única y exclusivamente
porque te quise
aún siendo tan tan estúpido.
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Fin de la historia, Diablos, cuanto duró
nunca pensé que sería tan larga
es como si me hubiesen contado un cuento y recien acabase de despertar.
Qué puedo decirte, fue intenso mientras duró
pero hoy en día no logro verlo más que como una historia desde fuera.
Se respiran aires nuevos en este opio de Septiembre 2006, impregnado
de resplandores boreales y sueños de viejos continentes
de versos habaneros que sucumben una y mil veces a uno y mil brazos.
No podía ser de otro modo Amapola, apasionada Amapola, al fin respiras libertad
y destilas el narcótico sabor de la poesía transoceánica.
Porque aún, en medio de este Santiago contaminado
siempre es posible ver el mar.

Besos de Opio

Sunday, February 05, 2006

Campo de Amapolas

(Campos de Amapolas, Shirley Novak)


"...Pasó una esponja sin lágrimas por encima del recuerdo, lo borró por completo, y en el espacio que él ocupaba en su memoria dejó que floreciera una pradera de Amapolas..."
(García Márquez)


Un campo de amapolas de versos sedantes, de pétalos opiáceos mezclados con la llovizna de torrentes de agua fresca, de montes escarpados, de praderas de sonetos, coplas, églogas, campos de rapsodias y elegías, de poemas, de letras, de pasiones.


El Opio Interminable del alma, la unión del abismo y lo divino, el conocimiento inexplicable en palabras, palabras que trascienden las frases y se enriquecen invisibles y seguras con la presencia de la gracia... (Saint-Exupery)

Cuánto se puede soñar en unos minutos, cuantos minutos para soñar.
Un Opio Interminable de versos, que no es más que poesía contenida, apretada en la garganta, impregnada en la piel, hecha gemidos, ansias, verbo y carne.

"Cuídate de mi amor mio, cuidate de la silenciosa en el desierto, de la viajera con el vaso vacío y de la sombra de su sombra..." (Alejandra Pizarnik)

Cuídate de mi porque soy capaz de todo, porque tengo entre las manos el prodigio de construir y destruir, de alzarte y dejarte caer, tengo el poder de borrar una a una cada palabra creadora y volverlas a tejer con la misma imprudencia u olvidarlas para siempre.

Amapola de Opio