Tuesday, April 04, 2006

La Silvana


Se arreglaba cuidadosamente cada mañana antes de partir con su carretón al centro, preparaba su peinado y sus muchos abrigos que le gustaba usar uno sobre otro.
Silvana era una de esas mujeres coquetas que a pesar de los años cuidaba los detalles declarando en cada uno de sus gestos sus mensajes claros como si quisiera explicarle al mundo su altiva presencia en las calles, entonces era como si el tránsito entero se detuviera a su paso majestusoso, tirando de la carreta repleta de diarios viejos.
Contaban que era una de las tantas locas escapadas del siquiátrico y que dormía en los rincones inmundos de Avenida la Paz tapada con los cartones que recogía en el día, los que conservaba como únicos aliados en las noches de invierno, los que no vendía ni cambiaba ni aún por la cañita de vino.
Cuentan que no necesitaba aferrarse a nada más en este mundo, que sus dos manos le bastaban, que el “cholo” era su único amigo, que le acompañaba y entibiaba los pies bajo los cartones, revelando en su amor su universo entero de sueños nunca encontrados.
La gente que la ve pasar por la calle no nota su presencia augusta, su señorial andar, y solo pueden verla metida en los tarros de basura murmurando lo que cualquier persona decente no estaría dispuesta a aceptarle
Cuentan que en estos últimos días la han visto con la mirada perdida en algún punto sin fin, como si quisiera aferrarse a algún recuerdo que no acierta a capturar, camina lento y se detiene, se queda mirando con sus ojitos cristalinos de mujer cargada de vida, de demasiada vida y demasiados tormentos.
La saludo reverente y en el respeto otorgado levanta el rostro con nuevo brillo y continúa su andar con el carretón en la mano .
Cuentan que amaneció un día sujetando con un brazo la botella compañera de lunas y con el otro abrazado el “cholo” como si el quiltro quisiera entregarle a la fuerza su calor compañero de vida.
Los borrachitos de la vega que la encontraron con la mirada perdida le prendieron un brasero para que entrara en calor hasta que comprendieron que ya se había ido para siempre la Silvana, la distinguida y elegante loca del carretón.

20 comments:

Unmasked (sin caretas) said...

Un mundo aparte querida amiga, mas bien un submundo...tantas las silvanas donde yo vivo, todas se mudan aqui por el clima..
es un tema mas alla de la polemica, es un tema social, y aveces moral...

Usted escribe muy bien. Y no se lo digo para quedar bien.

Y no se preocupe, PEtra esta noche no sale con Dtalix, (no le puedo seguir el ritmo a este superheroe) petra hace deberes y se queda editando cuento para agregar.

Un beso para usted mi querida amiga, y un gusto leerte.

PETRA (no angel negro) solamente PETRA

Coralya said...

Yo conocí muchas Silvanas la navidad que pasó y chuta que te cuesta darte cuenta de toda esta gente linda que está en la calle sola, que vive su mundo sin prejuicios y sin pensar en nadie más que ellos mismos.
Linda Historia Amapola, nos seguiremos visitando.
Besitos, Coralya

Ponto García said...

Saludos! Anduve vagabundeando por aquí.

Bellas las fotos.

TORO SALVAJE said...

Que bien lo has escrito, parecía que yo también veía a la Silvana, realmente me ha llegado dentro, pobre Silvana, que pensaría ella de su vida, de la justicia, la solidaridad, la libertad..... cuantas/os Silvanas transitan por el mundo casi transparentes para nuestros egoístas ojos.
Un beso.

mago said...

Precioso texto. Esas personas necesitan ayudan. Un beso,

Rodrigo Andrés said...

Que bonito como tu escribes, como te expresas de Silvana, Con reverencia para una mujer que duerme bajo de cartones.
la verdad que yo no he conocido a ninguna silvana, pero me llego profundamente.

Amapola said...

tras mi paso, os vengo a dejar cariños y saludos desde mi pluma..
me ha gustado un mil el texto que has dejado ahi...
espero que continues tras tus letras..
os dejo cariños
Amapola
@-->--

Blood said...

Especial relato de uno de los mundos paralelos de chilito... algo así como "Vida, pasión y muerte de una cuerda en el mundo de los locos"

Saludos sangrientos

Blood

Francisca Westphal said...

Bellísima tu capacidad para ver la majestuosidad en la pobreza... un lindo y humilde don... un abrazo Amapola...

Raphaela said...

Mi amiga Raphaella está trabanjo en el "Angel de lo extraño" de Poe, como una febril alucinación de una noche de opio. Lo escribe para Nanael (el ángel) ella en sus laberintos de escritores malditos lo conoció en persona, hermoso fué llegar con mis siete cuervos en tu ventana ¿y ahora cómo me los llevo?...

Unmasked (sin caretas) said...

Amapola,

le cuento que la estoy esperando ya que me quede un dia sin visitar techos con dtalix para pulir mi cuento.

Pase por mi cuchitril mansion, tomese unos vinos conmigo, a marearse y criticarme, y tirarme con tomates si quiere..

cuando tenga tiempo,

Un beso grande y portese bien,

PETRA

Natalio Ruiz said...

En el nombre mismo carga con esa majestuosidad, locura y exuberancia tal cuál una selva. Un saludo para tí. Volveré.

Raphaela said...

Demasiada vida y demasiados tormentos ... es increíble Amapola de Opios, que la incoherencia sublime (nos otorgue milagros) en el submundo, al recorrer con mis alas de Inti, tuve visiones similares, desde entonces no soy indiferente y desciendo constantemente...

TORO SALVAJE said...

Tengo mono de tus posts.

Un beso.

Dtalix said...

yo soy el dueño de los techos!, a mi se me pregunta.

por si le interesa, me escribe.

nos vemos

Dtalix said...
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Rodrigo Andrés said...

y mi Opio querida?

Indianguman said...

Hermoso, me gusta la capacidad que tienes para salir de ti y dar luz a un personaje como la Silvana. Así, en tan breves líneas insinúas un universo y una crítica social, de una manera por demás dulce.

un abrazo!

Rodrigo Andrés said...

¿Donde tengo que ir por mi Opio?

Solo en la Oscuridad said...

Son dioses entre nosotros, intensa la historia de Silvana, cuantas "Silvanas" vemos en nuestros dias al pasar.