Sunday, February 05, 2006

Campo de Amapolas

(Campos de Amapolas, Shirley Novak)


"...Pasó una esponja sin lágrimas por encima del recuerdo, lo borró por completo, y en el espacio que él ocupaba en su memoria dejó que floreciera una pradera de Amapolas..."
(García Márquez)


Un campo de amapolas de versos sedantes, de pétalos opiáceos mezclados con la llovizna de torrentes de agua fresca, de montes escarpados, de praderas de sonetos, coplas, églogas, campos de rapsodias y elegías, de poemas, de letras, de pasiones.


El Opio Interminable del alma, la unión del abismo y lo divino, el conocimiento inexplicable en palabras, palabras que trascienden las frases y se enriquecen invisibles y seguras con la presencia de la gracia... (Saint-Exupery)

Cuánto se puede soñar en unos minutos, cuantos minutos para soñar.
Un Opio Interminable de versos, que no es más que poesía contenida, apretada en la garganta, impregnada en la piel, hecha gemidos, ansias, verbo y carne.

"Cuídate de mi amor mio, cuidate de la silenciosa en el desierto, de la viajera con el vaso vacío y de la sombra de su sombra..." (Alejandra Pizarnik)

Cuídate de mi porque soy capaz de todo, porque tengo entre las manos el prodigio de construir y destruir, de alzarte y dejarte caer, tengo el poder de borrar una a una cada palabra creadora y volverlas a tejer con la misma imprudencia u olvidarlas para siempre.

Amapola de Opio