Tuesday, March 21, 2006

Vulgata

Ella sabía que podía encontrarle en esas calles,
y en ese pleno convencimiento se aventuró a la noche en medio de la tormenta que caía sobre sí.
Sabía de aquellas murallas lúgubres, de los adoquines resbalosos y los callejones grises contando la historia de los cerros tristes del viejo puerto plagado de oscuros sueños maquillando miseria.
Supo esa tarde de la lluvia incesante mojando sus cabellos confundiendo los versos que él le recitaba al oído, los salmos desolados de los poetas del puerto y del decreto de sus ojos tristes en sus declamaciones tortuosas.
Ella sabía que no tendría respuesta a la cadena de inconcebibles circunstancias que se habían confabulado para llevarla allí esa noche, para haberle perdido, para haberle dejado escapar un día tras esos sueños de los que él tanto le hablaba y que ella nunca comprendió, los sutiles tormentos, los celos húmedos esparcidos en tantas plazas donde las palomas dialogaban con los muertos de las cuatro de la tarde.
Sabía que él la amaba, sabía de sus manos trémulas recorriendo su piel y de sus labios que coloreaba para dejarla manchada de besos en los extraños ritos de conocerse los cuerpos, matando las furias de sus húmedades reunidas, sabía de su alma sacudida en confusiones de trenes, de sus cabellos largos que nunca se dejó cortar, de su piel suave y delicada, de sus gestos tan dulces en el transfondo sonoro de sus anocheceres.
Sabía que iba a encontrarle, hasta que las luces de neón que iluminaban a cada tanto sus pasos húmedos en las veredas le hablaron de su presencia, las esperpénticas carcajadas que brotaron de aquella fachada sucia le hicieron detener como si asistiera al intermedio de una obra montada en un teatro fantasmal.
Y entonces le vio, le vio detenida en mitad de la lluvia, le vio con el corazón doblado en medio de las sombras, le vio desde el rincón espectral donde la oscuridad comenzaba a quitar el verdadero rostro de las cosas reales, le vio en medio de la fugacidad del instante irrepetible e infortunado, detenida en ese espacio, con los mismos labios coloreados de rojo con que la ensuciaba de besos, con su cabello largo y las uñas rojas con que dibujaba sus labios, le vio sonriente y dichosa travestida en la vulgata libre que siempre se soñó, mariposa triste en busca de amores sucios y destinos tejidos de desconsuelos, de la mano de uno de los tantos amores furtivos que llegan al puerto cada noche.
Sabía que él también le había visto, que alcanzó a divisarla en medio de la penumbra, que su destino era ése y no el otro que intentó cambiar tantas veces con sus mil artilugios cómplices de vidrios ahumados por el rocío de la carne, lo sabía porque alcanzó a percibir el asomo de una sonrisa y la revelación sacra de su destino cantado mil veces al compás del bandoneón del puerto y de sus lágrimas negras.
Y se marchó entonces sobre sus pasos bajo la lluvia.
Y entonces el puerto se volvió bello, con la tosquedad de la belleza que asoma antes de la muerte, en el bello y sereno instante de sus suspiros finales, bello en medio de la noche y de la lluvia y de la locura última de la muerte anunciada del último de sus sueños.

10 comments:

Indianguman said...

Amapola rescatando la dulzura, el fulgor que resplandece en los márgenes de lo bello, de lo bueno, de lo cierto...

Hermoso.

Gracias por tu regalo, está bien guardado

un abrazo!

TORO SALVAJE said...

Perfecto, mágico y hermoso, lo haces pero que muy bien.

mago said...

Q bien escribes, eres la reencarncion d otra bloger?. Besos,

mago said...

Una ninfa llamada clio

Unmasked (sin caretas) said...

guauuuuu, por favor, no me diga que viene a aprender a mi blog..
por favor, no me engane asi.

Precioso, y sublime.

PETRA

Coralya said...

Realmente precioso tu relato.
Historias plasmadas de amor y creadas por un corazón cargado de pasión, eso me encanta.
Besos,
Coralya

Eddy said...

Gracias por visitarme, y compatir lo que te gusta...besos...bye

·º·DarkAngel·º· said...

Suspiro...

Me emociono al leer y qué maravilla que tan solo al juntar palabras, encadenadas a punta de sentimientos, emoción e inteligencia, nuestros pensamientos vuelen y vuelvan recuerdos y visiten nuevas emociones.

Leí desde el principio, creo que vendré seguido por aquí.
Hay dos que más me gustaron: Perfecto y Vulgata. En realidad todos muy buenos.

Saludos

Andres said...

La lluvia se encapricha de borrar los pasos que quedan marcados en la soledad de la noche.

Que buen texto. Te felicito.

Solo en la Oscuridad said...

Si me pides una palabras para poder describirlo solo me viene una a la mente: SUBLIME!