Tuesday, June 27, 2006

Vendetta III

"Mala fábula, de David Costa"

Parada en medio del escenario en el regocijo de la última obra jamás cantada y con el guión en los labios como signo del papel ya conocido por tantos siglos, ensaya sus líneas antes de que se levante el telón de su último soneto.

"Aún mantengo el recuerdo, el hacer click para entrar donde todos son desconocidos, sin embargo, nunca imaginé que el de ahora es el que más ignoro. Te mantienes estático, no eres ignorado, eres familiar, eras familiar, cuando aún no creías saber quién eras y no anticipabas tu muerte prematura, cuando te mantenías fuerte y tus convicciones desplazaban a las mías, cuando el corazón era el delator, cuando me elevabas para luego soltarme una y otra vez para sentir que nunca de tan alto había caído..."

(Justo en ese instante aparece el personaje principal, toma la obra, ni siquiera es suya, pero la toma y se dispone a actuarla, quiere actuarla.
En la idolatría cantada en mil versos sin tiempo sueña encontrarse al fin con su público, se reconoce adorado, se sabe en la magnificencia.
Las luces encandilan, el paisaje es colorido, los actores conocen sus parlamentos como si fluyeran desde su sangre)

"Mi entierro había sido prematuro, nunca recordé la máscara de la muerte que vi la noche anterior a la que te conocí, cuando aún no te devorabas mis ojos, cuando aún no sentía el aliento perdido, cuando aún tenía el poder de manejar las palabras (juro que eran MIS palabras), cuando podía hilvanarlas y no estaba obligada a diluirme en ellas, las que ya no evadían , sino que me atormentaban..."

(La obra llega a su clímax, en este punto el espectador mantiene los dientes apretados, y los puños, cerrados. Las luces se tornan rojizas y la música se agolpa)

"Es que tus ojos vacíos siguiendo con la mirada el más oscuro péndulo, tu sonrisa irónica vomitando sus ecos en el fondo de un pozo, tus palabras simples de narrador envuelto en sueños de opio (¡Eres tan buen actor!) me trasladaban a la tierra de sueños, donde la durmiente era yo, y no veía que tú eras solamente uno más entre el tumulto. ¿Acaso has sentido la peor resaca, la que aparece cuando uno amanece al lado de un desconocido?”

(Las luces rojas bajan, se comienza a dilucidar el misterio, se empiezan a resolver las ataduras de la función)

"Quise en vano hacer una imitación de ti, en vano proyectarte, en vano convertirte en el más dorado escarabajo y hacer de ti la más extraordinaria de las narraciones, elevarte por sobre las olas que me traían tus manuscritos como si llegasen en una botella.
Quise darte una identidad, dignificarte, pero no sé, faltó tiempo.
(No he querido ser hiriente, no he querido decir que lo que en realidad te faltó fue peso) "

(La estrella de la función se mantiene en el escenario, parado, esperando que la función comience, pero no llega nadie y se suspende y vuelve al otro día con mayor entusiasmo y se va agotado, porque ese día tampoco llega nadie.
Ni el siguiente, ni el subsiguiente...
Entonces se da cuenta que la función que intentaba mostrar ya no es lo suficientemente buena y que su actuación es cada vez menos creíble.
Se va a casa y escribe su mejor obra, el montaje es buenísimo, y el monólogo de primera.
Pero no monta nada, ni obra, ni escenario, ni luces, ni nada, porque se da cuenta que su función ya no tiene ningún sentido, porque su único espectador ha muerto, y no de un suicidio, ni de asesinato, ni de muerte natural. Simplemente se da cuenta que ha muerto porque ha remitido al actor al peor de los castigos: Al del olvido)

"¿Y ahora? Ahora lo retengo en mis senos, señor, su nombre permanece entre mis pezones y mis escupitajos, mi mordiente saliva arrastra su vértigo, su silencio no entorpece, no confunde, señor, su silencio alivia.
Ahora se nota que ha sido siempre una sombra, una proyección de mil fantasías, el retrato oval de un ser que crece cuando alimentan su ego, un simple fotógrafo que no puede ver más allá que una imagen, su propia imagen.
La puñalada que más duele es la que se da por la espalda.
Lo siento, de verdad lo siento, pero usted ya no puede cargar en mi su implacable presencia..."

(Un actor muere, como tantos otros miles de actores mueren cada año, se ha cumplido la sentencia, ya no queda más Vendetta que la del olvido, ni siquiera odio, ni rencor, solo olvido, no hay nadie en la sala, nunca lo hubo.
Se baja el telón. Se acaba la función)

31 comments:

Amapola said...

Tengo que agradecer la inspiración a Bolaño y a Valentina, por guiar astutamente mi mano y sujetarla cuando fue necesario.

UMA said...

No hay nada mejor que una mujer sin màscaras que desenmascara.
No hay nada mejor que el exacto momento en que se cae el velo propio, ese que ocultaba parte del que tenìamos dentro o enfrente, como sea.

Hay un cierto privilegio en ser 'concientemente emocional", porque una aprende a elegir las derrotas, y la herida siempre es la marca de lo ganado (y no me canso de decirlo)

"Mi vendetta es haberte usado de material literario..."
Todo indica que el sujeto en cuestiòn ha sido de gran importancia porque ha arrancado de tì tal pasiòn que se ponen los pelos de punta.
Y digo pasiòn abarcando totalmente el tèrmino, quien ama con pasiòn escribe versos de amor apasionado (que ya he gustado en su opio)
tambièn con la misma pasiòn sigue hilvanando emociones y con esto se lleva toda la gloria...usted es una mujer en serio y no era de esperar ninguna tibieza.

Èl deberìa estar orgulloso de usted, de haber sido amado por
usted...
y ademàs deberìa
conservar la certeza de que dificilmente encontrarà una mujer igual...y eso le harà desdichado.

Un gran abrazo Amapola, y para musas,
para musas esta definitivamente usted.
La admiraciòn es simplemente mutua.

phillip said...

Uno mas en el tumulto, no tan extraño como el resto, uno mas como siempre tan familiar y consistente, como hoja de otoño en neblina ,uno mas, que represento? eso, esto, para ti nomas...
que mas?....



Beso tu mejilla izquierda...

TORO SALVAJE said...

Y se acabó, con un final apoteósico, la trilogía, agradezco tu esfuerzo por llevarla a cabo, ha valido la pena, me ha gustado mucho, que bien escribes, chapeau.

Besos.

Princesa said...

Lo bueno de todo es haberse dado cuenta a tiempo, haber sacado máscaras.
Si bien la verdad revelada por una misma, es peor que si nos la dijeran de frente; nos da el valor suficiente para decir basta.
Geniales sus palabras.
Por ser la primera vez que paseo por aqui, me voy con un sabor de sentimiento compartido.
Ahora veo porque me decia que algo similar le habia ocurrido.
Gracias por permitirme conocerla.
Besos de recién llegada :)

Anonymous said...

Teatro.
Teatro.


Del Absurdo?
no.
Del olvido.

(aunque solo se olvida lo que recordaste por mucho tiempo, pero no eso es lo mejor del olvido...?)

Leonard Shelby, siempre lo supo.

Verbal Kint.

·º·DarkAngel·º· said...

Vendetta??

Sólo una gran pasión y sentimiento pudo originar tal odio, crispante rencor... tal que, lejos de ser una venganza acentúa la importancia que tiene para tí.. en la que, quien sea puede ver que lejos está el olvido y el apaciguamiento de tu corazón.

Saludos afectuosos..

Anonymous said...

Solo una verdadera mujer puede entender lo que es matar a un hombre.


Cesarea Tinajero

Amapola said...

¡Cesárea Tinajero!
Pero Diablos, que honor aquí en mi humilde blog.
Tus palabras me hacen siempre falta, tu comentario acertado y tu cariño.
No sabes (y de verdad no lo sabes) lo que eres para mi.

Lala said...

Somos lo que somos... hace poco también escribí un texto que se llamaba Vendetta, creo que lo leíste... quise ver cómo concluías la seguidilla para hacer la referencia...

Somos lo que somos, y estamos donde estamos.
El tema, como siempre, pasa por aceptarlo.

Besos!

Sovka said...

FABULOSAS LETRAS. CAPTURO MARIPOSAS CUANDO VENGO POR AQUÌ.

ABRAZOS.

Anonymous said...

Hola Amapola, Imprimi las vendetas y las leere en el camino a casa...
muchos cariños de su amigo.
Rod.

fgiucich said...

Hoy entrè por primera vez en tu nuevo mundo y empecè con Quimeras. Bellas palabras, impecable descripciòn del ser que amas, cuando la tarde empieza a dibujar sus primeras sombras. Volverè. Abrazos.

alexA platoanA said...

matar, morir, cambiar, vendetear...
besos mi amiga.

Luis Cabrera said...

Hola amiga Amapola, muy buena la trilogía de vendetta, esta tercera parte es notable, hacer la comparación con el mundo del teatro, una obra a la que no llega público, un guión que no va a ser representado. Es notable, felicitaciones amiga Amapola.

Unmasked (sin caretas) said...

Nada como mandar a alguien al diablo, nada como castigar a alguien x escrito, usted lo ha hecho muy bien. en algunas partes, le diria, que usted ha expresado algo que yo no he podido expresar. Pues no tengo su habilidad, pero me saco las palabras de la boca..

Un saludo desde el norte. Es usted talentosa, y la respeto mucho como escritora.

Petra

Lord Lavengro said...

En un rincón de la noche me esperaba, no conocía realmente mi nombre ni me lo había preguntado siquiera. Se ocultaba a la sombra de un alero antiguo, ya roído por el tiempo y la lluvia y el viento y quién sabe.
Yo venía de un día marchito, miserable y olvidable, como generalmente eran todos mis días: apartados, sin nada que experimentar en la desdicha de una soledad buscada por tanto tiempo y al final venenosa al alcanzarla, como ya lo había dicho Hesse, siempre Hesse; será porque las cosas son cíclicas al punto en que Borges termina Monologando y volviendo sobre sí y a su vez viendo todo lo que ocurre en el momento: un niño llora por sus rodillas magulladas, un anciano se pregunta dónde está la muerte que se ha olvidado de él, un perro es atropellado por un conductor que ni siquiera se dio cuenta que acabó con su vida porque precisamente en ese instante su mujer le comunica que ya no lo soporta y se quiere divorciar... u cuántas cosas.
Mis ojos no develaron tu presencia, menos alertaron el cuchillo que guardabas en las manos frías y decididas. Y no sabías mi nombre, y ya no lo sabrás, ni me escucharás y las palabras que te tenía ni silencio serán en la nada de tu venganza innominada.

Tus vendettas son maravillosas, y no creo que mi pequeño relato esté a su altura, ni menos que sea una continuación, sino sólo una posible respuesta dentro de las que se pueden y nose pueden dar.

Un beso

Señor Lavengro

Anonymous said...

(Me gusta su publico objetivo, se noa que es inteligente)

V.K.

Batsi said...

Me recordó tanto al "Steppenwolf" o para ustedes, "El lobo estepario" de Hermann Hesse.

En realidad nuestra vida es un teatro y cuando estamos a solas, no hay público.

Te ví por mi blog y te seguí la huella. Yo también te he visto en otros blogs pero siempre pensé que eras otra usuaria que también tiene un blog con el nombre AMAPOLA. Ahora veo que son dos personas diferentes.

Gracias por tu visita y por la molestia que te tomaste de leer tanto.

Angeles said...

La muerte, hoy veo que la mayoría escribe sobre la muerte. Sincronía en distintos puntos de la tierra, sincronía de escritores.
Esta muerte en las tablas de la vida, este último acto sin espectadores, último monólogo para caer rendido.
Muerte yace en el olvido. Muerte de quien vivió en la mentira de las máscaras.
Abrazos y flores, para este opio encantador.

Amapola said...

Verbal querido, este es el público de lujo que cualquier blogger quisera tener, personas que aunque ellos no lo sepan (ahora lo sabrán) he observado largo tiempo, he leído con pasión y he querido traerlos a conocerme porque cada uno de ellos posee una sensibilidad exquisita, una poesía en cada palabra que expresan que llega a doler en la piel y un amor por las letras, las artes y la historia fuera de lo común y dignos de tener como compañeros.
Yo suelo no contestar cada uno de los comments, pero aprovecho su intervención mi anónimo Kint para agradecer a cada uno de ellos la molestia de visitarme y leerme con atención.
Cada uno de los que están hoy aquí merecen mi más absoluto respeto literario y mi admiración a toda prueba.

Lord Lavengro said...

Amapola:
Me siento honrado con su coemtario.
Lavengro

fgiucich said...

Hoy pasè por Efipanìa y descubrì que hay mucho dolor en aquellos desamores que se creen amores y terminan con los ojos nublados por el llanto, frente al mar. Es una historia de profunda tristeza, pero con una fuerza poètica que deslumbra. Abrazos.

Amapola said...

Te extrañaré el fin de semana...
Y todos los días en que no conoceré tu rostro.

You Know

Indianguman said...

Te pasaste, mujer. Me encanta como le pones palabras a un sentimiento que conozco, el despecho, la amargura, la liberación final. La idea de personificarlo en un escenario es genial, la prosa, poética, bellísima!!! (Volveré a leerlo muchas veces, tengo la sangre erizada), el epílogo, uf, qué se puede agragar.

Anonymous said...

¿Olvidar? ¿Matar?
No, eso no se consigue, a menos que se tenga gusto por la autoestafa.
A menos que se viva una vida doble, en la cual no vas a la derecha ni a la izquiera, una en la que la propia mezquindad y pequeñez sea un faro.

Siempre hay público, pero puede resultar que los actores no se dan cuenta.
Y eso, es delicioso... para el que observa y espera.

No se hiere lo que no se puede matar.

Profedeciencias said...

QUE pLACER PARA MIS PUPILAS Y ME MENTE LEERTE VENDETTA ME ENCANTA QUE DESEMASCARES LA MENTIRA Y SEAS HONESTA NADA MATA MAS EL ALAM QUE GUARDAR EMOCIONES

un beso grande mi bella amiga miles de brebjae y vendre mas seguido tentada por tu opio

Unmasked (sin caretas) said...

Amapola

Te agradesco el comentario que haces con respecto a los que te visitan. No se si me puedo dar por aludida, pero te doy la gracias por las dudas, para mi es un honor.

Y vendetta, de todo lo tuyo que he leido es sin duda lo mejor.
SIempre escribiras bien, eso no te lo sacara nadie, pero aqui has dejado algo mas, y es eso, tu escencia...no es un fragmento que yo lo leo, me voy y lo olvido..queda pegado en la piel de uno por un rato..en fin.

Estoy limpiando el baul, y encontre un especie de poema que te hice a ti cuando todavia venias a tomar tus vinos de opio conmigo a la mansion. Com una continuacion de tu verso "supongamos". No se si recuerdas. Te lo mandare para que lo guardes de recuerdo. No lo quise poner aqui, porque no tiene nada que ver con tu actual post.

Bueno, eso nomas y saludos desde una mansion casi vacia pero por lo menos todavia estoy yo y los amigos (despues de todo lo mas importante para mi, mas alla del blog es la gente, lo otro (cuentos versos) se recicla y se puede hacer en cualquier espacio o ambito, se vuelve a hacer, pero gente valiosa no se conoce todos los dias).

saludos de domingo desde el norte

petra

Anonymous said...

"Un usuario anonimo dijo:

Olvidar? ¿Matar?
No, eso no se consigue, a menos que se tenga gusto por la autoestafa."

Comentario de un hombre, podria firmarlo. (jamas desprestigiaria este sexo, si todo lo han hecho por nosotras, pero puta que no tienen idea como piensa una mujer)

Comentario de un anonimo, de absolutamente cualquier anonimo.

El problema de su ego (el cual nos entrega su identidad) no se resuelve tan facilmente, hay veces donde nadie nos mira, que nos remite a nuestro espacio de simple seres mortales. (de hecho, la mayor parte del tiempo no importamos)

Puede quedarse dentro de su completa identidad anonima ya que efectivamente, se desconoce completamente.

Puede morir todo lo que es humano.

Amapola said...

Petra:
Recuerdo el poema del que me hablas, quedó bien bonito y lo guardaré con cariño.
El martes publicaré unos versos que hice hace ya algun tiempo, si bien fueron escritos para una persona muy querida de una lejana isla, quisera que lo guardaras tambien como un recuerdo de mi parte.

Amapola said...

En cuanto a mi amigo anónimo...no nos pongamos tan quisquillosos y mire esto como lo que es: Una creación literaria y como en toda creación literaria mandan los sentimientos del autor, quien puede hacer y deshacer a su libre albedrío.
Si se puede o no matar, herir, olvidar...vaya uno a saber!
No puedo ir y decirle a Kafka que es imposible que un hombre mute en escarabajo o a Cortázar en pez...los creadores son libres de crear...lo que deseen.
En cuanto a los sentimientos, cada cual es libre de sentir lo que le plazca y llevar simultáneamente todas las vidas que quiera, libre pensamiento que le llaman.
En cuanto a usted, veo que cumplí el objetivo dado que se me anduvo ofuscando y en ese sentido el resultado de mi obra me complace.
Por último, seguirá siendo bienvenido aunque apreciaré significativamente el poder dirigirme a un nombre.